domingo, 9 de noviembre de 2008

La Tantawawa

En un blog tratamos sobre la tantawawa tomamos extractos de Marino Pacheco para la descripción de esta costumbre tan arraigada en Cerro de Pasco.
De pequeño, cerca a los primeros días de Noviembre, bastaba por pasar por la "media luna" o antes de ingresar al Mercadillo "El baratillo" para que pequeños panes multicolores nos cautivara, pedíamos a gritos que nos compren un "urpay" o una "llama", mi hermana la "huahua" o "wawa" y felices a cuidar nuestro regalito, mamá decía que no la comamos porque estaba hecho de yeso, podría ser, toda vez que eran muy duros... y con esa idea crecimos, hasta que ...
Conversamos con Teodoccia Jaime, una de las artesanas de la cálida ciudad de los eucaliptos, Huariaca, lugar de donde procede todo este arte; ella bordea las siete décadas y es la de mayor edad de los que confeccionan los populares wawas, aprendió a la edad de 12 años y de su abuela, es decir, tan sólo en ella existe una tradición de más de 100 años, con la carisma de los Jaime nos recibe en su humilde hogar y nos muestra su preocupación "las wawas no se hacen de yeso" y nos demostró su peculiar forma de hacerla.
Cada familia que elabora tiene su particularidad de hacerlas, Agustín, Porfirio, Mercedes, Aníbal, Vicente y Yohn Jaime Alpas, de la escuela de Teodoccio Jaime Valdez y Fortunata Alpas Presentación: Agustín y sus hijos, con las "innovaciones" de modelos diferentes como "Los Húsares" de estos últimos años y las tradicionales huahuas, llamas, caballos y la participación en Lima; Mercedes con sus hijos: Rudy, Edith, Elizabeth y Walter Mendoza Jaime, que para el concurso regional elaboraron la Wawa más grande y en el festival realizado en Huariaca presentó el minero; los otros hermanos actualmente lo hacen en cantidades pequeñas o sólo para presentaciones, todos con un sólo estilo pero con su peculiar forma de acabado.
Las hermanas Asunción y Eusebia Izarra, nos enseñan la elaboración desde el principio, se especializan en los urpays y los caballos, claro, no dejando los otros que son tradicionales.
Y finalmente al especialista en la preparación de las Llamas, Alberto Jaime, que no necesita moldes tan sólo la habilidad de sus manos para hacer excelentes llamas y de un fino acabado.
Pues entonces, contrario a lo que pensaba, estos se pueden comer si se saca sólo los colores de las témperas, material con el que adornan, e incluso ahora, para su consumo algunas están elaboradas con tintes para chupetes, gelatina, mazamorra morada, etc.. Para su preparación se tiene que conocer con exactitud qué cantidad de ingrediente a utilizar, cuál es el "punto" de la masa, la temperatura del horno, qué tipo de harina, etc., estos conocimientos sólo ellos lo saben y han sido transmitidos generación tras generación.Preocupa que ahora existan pocas familias artesanas, a pesar que los nietos saben de su preparación, muchos se dedican a otros quehaceres, son profesionales y se dedican a ella; aún más es de preocupación que algunos viviendo en Huariaca no tienen idea de como se hace y quienes lo elaboran.
Un interesante recorrido para saber la preparación de estas antiquísimas costumbres, tócame convencer de que: "... se hace de harina y de la mejor calidad"